Evaluación Diagnóstica:
Se realiza al inicio del curso, generalmente en la primera clase o semana.
Es un apoyo para conocer los niveles de competencia del estudiante.
Su propósito es obtener información como características del estudiante, nivel de aprendizaje, antecedentes, y tomar decisiones.
Su función es más pedagógica que social.
Esta evaluación se clasifica según el tiempo de ejecución:
Inicial:
Busca mejorar el acto didáctico e identificar las necesidades de cada estudiante para poder responder de manera adecuada.
Rediseña la planificación desde información real y gestiona apoyo cuando se requiere.
De proceso:
Verifica la calidad del aprendizaje del estudiante; detectando errores, la causa y tomar decisiones.
Ambas deben ser registradas en un expediente.
Evaluación Formativa:
Busca que el aprendizaje para todos los estudiantes sea significativo mediante la identificación puntos fuertes y débiles.
Según los resultados de este tipo de evaluación, el docente reorienta los procesos de aprendizaje como métodos y estrategias.
Utiliza datos cualitativos y cuantitativos para regular el proceso de enseñanza-aprendizaje, respondiendo las características y necesidades específicas de cada estudiante.
Su función es pedagógica.
Evaluación Sumativa:
Aporta información al finalizar un período de enseñanza- aprendizaje.
Ayuda a tomar decisiones de refuerzo académico, recuperación y promoción.
Necesita ser realizada según la planificación (si es significativo) y brindar una rendición de cuentas.
Busca identificar los niveles de logro y acreditar el aprendizaje, para ello necesita complementarse con la evaluación formativa.
Su función es social.
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